Una empresa sin clientes no es nada. Así que, escucharlos, cuidarlos y tener la máxima información sobre sus gustos y necesidades para atenderlos es fundamental. Pero una empresa también contempla otros muchos aspectos que hay que gestionar, actualizar y coordinar para cumplir con el objetivo principal que es vender. Realizar estas y otras muchas acciones es más fácil y eficiente con un sistema ERP que si, además, cuenta con un módulo de CRM, los resultados serán aún mejores. Por eso, vamos a analizar por qué es bueno fusionar un ERP y un CRM.
¿Qué es un ERP y un CRM?
Antes de justificar la conveniencia de fusionar ERP y CRM vamos a recordar brevemente qué es cada uno de estos sistemas. Podríamos decir que el ERP (Enterprise Resources Planning) es un sistema de planificación de recursos empresariales. Su misión principal es optimizar las gestiones internas integrando diferentes áreas como logística, contabilidad, marketing, etcétera.
De esta manera se logra centralizar y administrar la información y los procesos de todos los departamentos de una empresa.
En cuanto al CRM (Customer Relationship Management) es un sistema que se centra en impulsar la capacidad de negocio teniendo al cliente como foco. Para ello se ocupa de reforzar, agilizar e impulsar los procesos de venta, marketing, atención al consumidor y comunicación entre empresa y cliente.
Diferentes puntos de atención
Ambos sistemas permiten ahorrar tiempo y mejorar la eficiencia con la automatización de tareas, pero cada uno se focaliza en aspectos concretos. Por ejemplo, mientras que el CRM resulta útil para empresas de cualquier tamaño, los sistemas ERP son más prácticos para negocios algo más grandes. Es decir, para los que tienen departamentos diferenciados que hay que coordinar.
Un CRM ayuda a valorar el potencial de futuras operaciones comerciales y a descubrir nuevas oportunidades de negocio, y, por su parte, el ERP valora la eficiencia de los procesos internos.
Otra diferencia interesante es que el CRM ayuda a comprender cómo se relaciona la empresa con sus clientes y el sistema ERP ayuda al planteamiento de estrategias más amplias.
Por qué fusionar un ERP y CRM
Como hemos visto cada uno de estos sistemas pone su foco de atención en unos aspectos concretos y al fusionarse se complementan y aumentan su utilidad para la empresa.
Al fusionar ERP y CRM se pueden diseñar acciones y desarrollar aplicaciones para que todo esté conectado: empresa, datos y clientes. De esta manera se consigue duplicar la eficiencia, se garantiza una actualización instantánea y centralizada de todos los documentos e información que gestionan ambos sistemas.
Y todas estas acciones se van a traducir en una importante optimización de la productividad y de la eficiencia en el trabajo.
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